Publicada el Mercredi, 29 de octobre de 2014

La Comisión de Economía, Hacienda, Industria y Empleo visita la sede de Iberdrola

La Comisión de Economía, Hacienda, Industria y Empleo del Parlamento de Navarra ha visitado hoy, a petición del G.P. Socialistas de Navarra, la sede de la empresa Iberdrola, sita en el polígono de Landaben.

Los miembros de la Comisión que han asistido han sido Carlos García Adanero, Antonio Pérez Prados, Amaya Otamendi, Coro Gainza, Sergio Sayas (G.P. UPN), Samuel Caro (G.P. SN), Koldo Amezketa (G.P. Bildu), Eloy Villanueva (PPN) y Manu Ayerdi (no adscrito).

La delegación del Parlamento ha sido recibida por Eduardo Ryan, delegado de Iberdrola en Navarra, Eduardo Montejo, de Relaciones Institucionales, Carlos Bergera, encargado de movilidad eléctrica, Patxi Calleja, experto en regulación de España y Portugal, y Juan Laorden, especialista en regulación de CCAA.

El objeto de la visita, según ha constatado Samuel Caro (SN), ha sido “repasar la situación de las infraestructuras eléctricas en la Comunidad Foral, así como la evolución y/o solución a los inconvenientes que se podían estar produciendo en determinadas zonas de nuestro territorio”.

A continuación, se ha celebrado una reunión en la que Patxi Calleja ha explicado el cometido de una compañía que, en plena reforma del sector energético, reclama una regulación que deje de repercutir sobre el consumidor eléctrico los “costes ajenos” al suministro.

Calleja ha afirmado que el 50% del importe del recibo tiene su origen en “decisiones políticas”, ya que son los “costes regulados” (transporte, distribución y política energética) y no el precio de la energía (generación y comercialización), que “lo fija el mercado”, los que “encarecen” la factura eléctrica.

Esos costes, principalmente los derivados de la política energética, son los causantes de la “adulteración” que padece la factura, cuyo sobrecoste se financia a cargo de las cinco grandes empresas españolas asociadas en UNESA.

A ese respecto, Calleja ha indicado que el coste de generar energía eléctrica en España “está un 10% por debajo de la media de la Unión Europea y, sin embargo, la factura de luz está por encima de la media comunitaria. Ello es debido a los sobrecostes que han ido engrosando la factura en la parte controlada por el Estado: impuestos, subvenciones, primas y cargas”.

Abundando en lo dicho, Calleja ha subrayado que el sector eléctrico asume la “práctica totalidad de las primas” que, con el objetivo de “estimular la implantación de energías limpias”, han convertido a España el país europeo con mayor índice de penetración de aerogeneradores y placas solares. Esas subvenciones, que han pasado del 3,9% en la factura de 2005 al 18,1% en la de 20013, vienen a suponer 18.000 euros al año, un coste que “recae sobre el consumidor”.

En ese contexto, Calleja ha aludido al autoconsumo y se ha mostrado partidario de un cobro adicional (peaje de respaldo) para contribuir a los gastos del sistema eléctrico, porque lo contrario sería una “subvención encubierta. Favorecería la huida de las rentas más altas, las que más fácilmente pueden procurarse una instalación de ese tipo, cuya exención haría recaer el peso de las cargas adicionales de la factura eléctrica en las rentas más bajas”.

Así las cosas, Patxi Calleja ha demandado una política energética “global y no, como hasta ahora, fraccionada, porque se trata de un factor clave para la competitividad de las empresas y, por lo tanto, para la economía. Estamos encareciendo la electricidad y abaratando los hidrocarburos. Mientras en otros países quien contamina paga, en España quien cumple paga. A pesar de ser la energía más limpia, el mensaje es ‘no consumas electricidad’. Es obvio que las cargas fiscales deberían ser más equitativas”, ha significado.

El representante de Iberdrola se ha referido también a lo sucedido con las centrales de ciclo combinado que, como la termoeléctrica de Castejón, que entró en operación comercial en mayo de 2003 tras una inversión de más de 200 millones, se hallan en situación de “producción cero”.

Como con las renovables, el Gobierno incentivó la entrada de gas natural, lo que derivó en grandes inversiones a la vista de la gran demanda existente a principios de la pasada década. Pero las “subvenciones al carbón, las primas a las renovables y la afección de la crisis” han ido rebajando progresivamente las horas de funcionamiento de las citadas centrales, hasta paralizarlas. La de Castejón, en concreto, ha pasado de operar 7.000 horas en 2004, a 5.000 en 2005, 700 en 2011 y 0 desde 2012.

Dado que una central de ciclo combinado necesita entre 3.500 y 4.000 horas de funcionamiento para ser rentable, de cara al futuro y a falta de concretar la manera en que se financia, Calleja entiende que la solución pasa por la “hibernación”, por la asunción de los costes fijos de mantenimiento de la instalación.

“Que el Gobierno diga cuantos megavatios necesita cerrar y cuantos mantener y evalúe el monto. Esta clase de instalaciones sirve de respaldo al sistema y garantiza el suministro, así que es mejor no preceder a su desmantelamiento, porque dentro de unos años, cuando reaparezca la necesidad, la Administración se vería obligada a hacer una licitación y le saldría más caro”.

A modo de colofón, Calleja ha apuntado que, si bien no cuestionan el fomento de las renovables, se ha producido una “criminalización tecnológica de la energía eléctrica. En cualquier caso, mientras no solventemos el problema de la financiación cualquier política pública está condenada al fracaso”.

Eduardo Ryan, por su parte, ha destacado la progresiva implantación de la red eléctrica inteligente. Se trata de un plan, enmarcado en el proyecto STAR (sistemas de Telegestión y Automatización de la Red), que se prevé culmine en 2018 dotando de contadores y centros de transformación inteligentes a los 368.000 puntos de suministro (ya se han cambiado 122.000) existentes en Navarra (más de 100.000 en la capital). “En 2015 está previsto completar los trabajos en la Comarca de Pamplona”.

A decir de Ryan, la citada inversión, estimada en 55 millones, posibilitará la implantación masiva del vehículo eléctrico, mejorará la eficiencia del consumo y propiciará un “importante desarrollo” de la economía navarra a través de “contratos con empresas y proveedores locales”.

En cuanto a la red de distribución en la Comunidad Foral, Ryan ha recordado la puesta en marcha de la subestación de Tajonar y ha vuelto a insistir en la necesidad de otra subestación en Estella.

Ryan ha concluido ofreciendo una serie de datos en relación a la infraestructura de distribución de energía en Navarra, donde Iberdrola cuenta con 8 subestaciones y 59 Star, 3.440 centros de transformación, alrededor de 1.200 kilómetros de líneas de muy alta y alta tensión y más de 6.800 kilómetros de líneas de media y baja tensión. El consumo de energía en la Comunidad Foral en 2014 ha caído un 6,5% respecto a 2008.