Publicada el Jueves, 22 de Febrero de 2018

Organizada por el Foro Social Permanente, el Parlamento acoge esta tarde una conferencia de Alan McBride

Miembro de la comunidad unionista y coordinador de Wave Traume Centre, grupo de apoyo a víctimas de la violencia política y a favor de la reconciliación en Irlanda del Norte

El Parlamento de Navarra acogerá este jueves, día 22, una conferencia de Alan McBride, miembro de la comunidad unionista de Irlanda del Norte, destacado activista a favor de la reconciliación y coordinador en Belfast de Wave Traume Centre, organización de apoyo a víctimas de la violencia política.

 

Se trata de la tercera edición de Hitzorduak que, promovida por el Foro Social Permanente, se celebra en la sede de la Cámara, en esta ocasión dedicada a “positivizar el dolor sufrido y construir una dinámica a favor del reconocimiento y la reconciliación plena”.

 

En ese contexto, Alan McBride narrará su experiencia desde la condición de víctima (perdió a su esposa y a su suegro en un ataque con bomba del IRA en 1993) y explicará el trabajo que realizan desde Wave Traume Centre y la iniciativa Healing Trough remenbering (curar mediante el recuerdo).

 

El acto de apertura (18:00, Sala Polivalente) correrá a cargo de la Presidenta del Parlamento de Navarra, Ainhoa Aznárez Igarza. Una vez concluida su exposición, McBride se someterá a un turno abierto de preguntas. Fernando Armendáriz, miembro del Foro Social y de Amnistía Internacional, se encargará de moderar la sesión.

 

El Foro Social en Navarra reúne a entidades y personas con una larga tradición en la defensa de los derechos humanos, dispuestos a trabajar de forma inclusiva y horizontal en torno a cuatro ejes: desmantelamiento y desarme; integración de presos/as y huidos/as; promoción garantista de los derechos humanos; y fomento de la convivencia futura sobre unas bases justa de verdad y memoria.

 

La iniciativa del día 22, tercera tras el encuentro entre víctimas de diferentes expresiones violentas celebrado (4-11-2016) y la sesión dedicada al perfil sexista de la tortura, en cuanto expresión concreta de la violencia hacia las mujeres (5-4-2017), se enmarca en el deseo de “impulsar la participación directa de la ciudadanía en el proceso de consolidación de una paz ecuánime y duradera”. Se trata de una tarea que, dada su “complejidad”, requiere de aportaciones “civiles, institucionales y a nivel de expertos”, todo ello desde un enfoque “responsable, plural y autocrítico”.